Los demócratas sólo pueden culparse a sí mismos por la candidatura de Donald Trump en primer lugar.
En 2008, durante la cena de corresponsales de la Casa Blanca, el presidente Obama soltó una serie de chistes a costa de Donald Trump, que estaba presente esa noche. Por supuesto, Trump no era candidato político en ese momento, sino más bien conocido por sus casinos Trump y el exitoso programa The Apprentice de la NBC.
Aquella noche, dos asientos más allá de Trump, se sentaba también alguien que pasó de la oscuridad a convertirse en un nombre conocido: Elon Musk. En una nueva entrevista con Joe Rogan a principios de esta semana, Musk dice que cree que esa fue la noche en la que Trump decidió que, en algún momento, se dedicaría a la política, que, en esencia, el hecho de que Obama lo ridiculizara y lo criticara encendió en su interior la idea de que, en algún momento, iba a demostrar que todas esas élites de Washington DC y las celebridades de Hollywood estaban equivocadas, convirtiéndose finalmente en presidente.
Y lo hizo, no una, sino dos veces.
El fusilamiento del archiduque Francisco Fernando es el acontecimiento histórico más significativo de nuestra historia moderna.
Este es el segundo…. pic.twitter.com/MFxEIvaTAe
— EducatëdHillbilly™ (@RobProvince) 6 de noviembre de 2024